Los grupos de presión contra incendios están compuestos básicamente por una bomba centrífuga principal, una bomba auxiliar (opcional), una electrobomba “jockey” y un cuadro eléctrico de señalización, control, maniobra y alarma.
La electrobomba jockey se utiliza para mantener presurizada la instalación contra incendios compensando las posibles perdidas o fugas de la instalación evitando la puesta en marcha de la bomba principal. La bomba jockey realiza la maniobra de arranque y paro mediante una señal de presostato regulado entre dos valores de mínima y máxima presión.
La bomba principal se pondrá en marcha en caso de incendio, debido a la disminución de presión ocasionada al actuar los sistemas de seguridad y sólo podrá pararse de manera manual. Esta bomba será capaz de impulsar como mínimo el 140% del caudal nominal a una presión no inferior al 70% de la presión nominal.
La bomba auxiliar deberá tener las mismas características hidráulicas que la bomba principal, independientemente de la fuente de energía del motor, ya sea eléctrico o diésel, siendo necesaria su instalación cuando sea requerido un suministro energético redundante.